
y encajes de espuma blanca, / te va llegando el saludo / permanente de la Patria.
Se cumplen
31 años de la denominada Guerra de Malvinas. Un nuevo aniversario donde el
reclamo de soberanía está presente, no solo urgente, sino también en el tapete
del tablero político internacional. Por un lado la prepotencia imperialista de
Gran Bretaña, por el otro las gestiones diplomáticas y políticas del gobierno
de Cristina Fernández de Kirchner. Dos caras de una misma moneda: el
anacronismo de un sistema colonial.
Malvinas es
una cuestión que trascendió las fronteras de la Argentina para hacerse una
causa de Nuestra América gracias a la solidaridad ejercida por los presidentes
de la región avanzando hacia la integración latinoamericana. Frente a ello
vemos como el Reino Unido eleva su apuesta bélica enviando buques de guerra y
provocando con un supuesto referéndum de los kelpers. Pero no están solos.
Están acompañados por actores y actrices políticos, dentro y fuera de la
Argentina, que avalan la usurpación ilegal e ilegítima. Como la vergonzosa
actitud cipaya demostrada por quienes se dicen argentinos. Ejemplo de ello es
Beatriz Sarlo quien fuera enviada por el diario La Nación para hacer una
“cobertura periodística” del citado referéndum.